Crema de Esparragos Verdes con Teja de Queso



 Dicen que lo que crece espontáneamente en nuestro  huerto o jardín es lo que  necesitamos. Es decir, si miramos atentamente, encontraremos en la naturaleza del lugar donde vivimos (si queda algún trocito de tierra) las plantas que nos ayudan a mejorar nuestra salud.
Diente de león, malva, ortiga, llantén, achicoria....... son las que comúnmente encontramos por aquí y por allá..
 Delante de mí puerta crece cebollino silvestre.
 Cuando pienso en cebollino no pienso en una planta medicinal, aunque lo sea. Cebollino, o ciboulet, me hace pensar, en finas hierbas, en recetas gourmet, en cocina delicada y deliciosa...
 Será que eso es lo que necesito....Dedicarme a preparar recetas delicadas, deliciosas y sanas que alimentan por todos los sentidos... 
 Jugando con las propiedades de cada alimento, con los colores, las texturas, los diferentes tipos de corte, los contrastes de sabores,...... Nutro mi propio universo creativo y me hago feliz a mí y a los demás, porque como dicen: "La alegría viene de la barriga!"



Ingredientes
(Para 4 personas)

La crema:
1 manojo de espárragos troceados
1 calabacín mediano troceado
1 patata grande troceada
1 puerro pequeño en láminas
3 dientes de ajo finamente picados
1 litro de agua caliente o caldo de verduras
Aceite de oliva
Sal
Pimienta recién molida

Para la Teja de queso:
8 cucharadas de queso curado recién rallado (yo usé un queso de oveja curado, pero se puede hacer con un Grana Padano, Parmigiano o cualquier otro queso curado)


1 Reservar las puntas de los espárragos.
2 En una cazuela con un chorrito de aceite de oliva, mezclar el resto de los espárragos, la patata, el calabacín y el puerro con una pizca de sal y pimienta. Cocinar a fuego muy bajo por 20 minutos, removiendo de vez en cuando.
3 Agregar el agua caliente y se cocina por 15 minutos más o hasta que la verdura esté blandita.
4 Triturar para obtener una crema de textura suave. Añadir mas agua o caldo  si fuese necesario. Rectificar de sal y pimienta.
5 Saltear  las puntas de los espárragos, con un chorrito de aceite, una pizca de sal y el ajo picado.
6 En una sartén antiadherente o en una bandeja de horno con papel  de hornear, repartir el queso en porciones de dos cucharadas cada. Dejar que se derritan del todo, apagar el fuego. Dejar que se enfríen ligeramente y colocarlos sobre una cuchara volteada de manera que se enfríen ligeramente dobladas.
7 Servir individualmente, decorando con las puntas de espárragos salteadas, un chorrito de aceite, una vuelta de molinillo de pimienta y por fin la teja de queso.  Servir de inmediato.




Espárragos
Los primeros vestigios de espárragos aparecieron en forma de pinturas en los monumentos egipcios (3.000 a.C.), eran dibujados atados en manojos en dos o tres ligaduras; en este caso parecían ser utilizados como ofrenda a los dioses
Con un mínimo de aporte calórico, debido a un contenido muy bajo en hidratos de carbono, los espárragos son un alimento imprescindible para una dieta sana en cualquier ciclo de la vida.
Poseen vitaminas A, C, E, del grupo B (B1, B2, B6), minerales como el hierro, calcio, fósforo, sodio,  antioxidantes, etc. Es por su contenido en potasio que favorece la eliminación de líquidos, por lo que tienen propiedades diuréticas. Gracias al ácido fólico, y junto con el hierro, contribuyen a la formación de glóbulos rojos. La vitamina A es buena para la vista, las uñas y el pelo y también actúa como depurativo. Por su aporte en vitamina B es muy beneficioso para el sistema nervioso. También es un excelente antioxidante que previene el cáncer.  Para terminar, comentar que se ha demostrado que los espárragos poseen acciones inhibidoras sobre el crecimiento de las células de la leucemia.





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